HEMORRAGIAs
A mi querido cumpa, Julián Bastías
Con menstruación permanente
dibujaba todo el espacio
de las torturas
¿Pensaba
que la vida
se esfumaría así, rápidamente?
El cabo cuando me llevaba al baño
se paró y me gritó:
-¿Es posible que usted sea la Sra.de Hinrichsen?
Pude haberle respondido
-Sí, mi cabo.
Pero callé.
Al orinar, la sangre
se arrebató en borbotones
y le ensució las botas.
-Conteste,
hija de puta,
aulló entonces
Y fue su culpa
por no dejarme a solas.
Mi vómito le ensangrentó el bigote.
A mi querido cumpa, Julián Bastías
Con menstruación permanente
dibujaba todo el espacio
de las torturas
¿Pensaba
que la vida
se esfumaría así, rápidamente?
El cabo cuando me llevaba al baño
se paró y me gritó:
-¿Es posible que usted sea la Sra.de Hinrichsen?
Pude haberle respondido
-Sí, mi cabo.
Pero callé.
Al orinar, la sangre
se arrebató en borbotones
y le ensució las botas.
-Conteste,
hija de puta,
aulló entonces
Y fue su culpa
por no dejarme a solas.
Mi vómito le ensangrentó el bigote.
LA LLAVE
Inspirado por aquel libro de Miguel Hernández
que me quemaron durante la dictadura
Inspirado por aquel libro de Miguel Hernández
que me quemaron durante la dictadura
No batía el viento
ni la soledad ni el tiempo.
No había patrullas en el
camino de Concepción a Tomé.
Era el 12 de septiembre.
Paró la camioneta y
del zapato izquierdo
sacó una llave.
La arrojó lejos, musitando
me la dió Alberto.
Y seguimos huyendo.
Bajo el sol radiante
sus hijos más pequeños
como si fuéramos de picnic
cantaban. Y el osito de peluche
danzaba la libertad de la nieta.
Tic Toc Tic Toc Tic
La mirada de la abuela
nos abrazó largo.
No sabremos nunca
el misterio de esa llave.
El hijo mayor ya lo ha olvidado.
ni la soledad ni el tiempo.
No había patrullas en el
camino de Concepción a Tomé.
Era el 12 de septiembre.
Paró la camioneta y
del zapato izquierdo
sacó una llave.
La arrojó lejos, musitando
me la dió Alberto.
Y seguimos huyendo.
Bajo el sol radiante
sus hijos más pequeños
como si fuéramos de picnic
cantaban. Y el osito de peluche
danzaba la libertad de la nieta.
Tic Toc Tic Toc Tic
La mirada de la abuela
nos abrazó largo.
No sabremos nunca
el misterio de esa llave.
El hijo mayor ya lo ha olvidado.
(Marta Zabaleta, Chile 1973/ Exilio 2012)
EL COLOR DEL TIEMPO
A mis hijos Tomás Alejo y Yanina
Andrea Hinrichsen
Audacia suave la del árbol sin hojas
que da sombra a los pájaros de otrora
los pasos
los cuerpos
el suspenso
y ese cálido
olor de otros tiempos.
(Marta Zabaleta©Tomé, Chile, septiembre de 2004
Sacado de Crónica Literaria, Comodoro
Rivadavia, 23 de noviembre 2004,
Argentina.
Poema con el que abre mi biografía oral Be longing,
por Zibby Alfred, guardada en el Museum of London, 2005)
Marta Raquel Zabaleta nació en Alcorta,
Argentina, en 1937. Vivió en Chile durante le gobierno popular (UP con Allende como presiodente) fue expulsada de Chile en 1973 y de Argentina en 1976.
Desde entonces vive en el exilio en el Reino Unido. Es madre de Tomás
Alejo y de Yanina Andrea Hinrichsen. Es economista y cientista social,
escritora y poeta. Como tal, figura desde 1992 en más de 30 biografías Who’s
Who, de EEUU, y Europa. Coordina, entre otras cosas, desde hace años una red
internacional ‘Mujeres y Palabras en el Mundo’
Su blog es: martazabaleta.blogspot.com/
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