Ella se siente a veces
como cosa olvidada
en el rincón oscuro de la casa
como fruto devorado adentro
por los pájaros rapaces,
como sombra sin rostro y sin peso.
Su presencia es apenas
vibración leve
en el aire inmóvil.
Siente que la traspasan las miradas
y que se vuelve niebla
entre los torpes brazos
que intentan circundarla.
Quisiera ser siquiera
una naranja jugosa
en la mano de un niño
-no corteza vacía-
una imagen que brilla en el espejo
-no sombra que se esfuma-
y una voz clara
-no pesado silencio-
alguna vez escuchada.
como cosa olvidada
en el rincón oscuro de la casa
como fruto devorado adentro
por los pájaros rapaces,
como sombra sin rostro y sin peso.
Su presencia es apenas
vibración leve
en el aire inmóvil.
Siente que la traspasan las miradas
y que se vuelve niebla
entre los torpes brazos
que intentan circundarla.
Quisiera ser siquiera
una naranja jugosa
en la mano de un niño
-no corteza vacía-
una imagen que brilla en el espejo
-no sombra que se esfuma-
y una voz clara
-no pesado silencio-
alguna vez escuchada.
UN DÍA
Este cielo nublado
de tempestad oculta
y lluvia presentida
me pesa;
este aire denso y quieto,
que ni siquiera mueve
la hoja leve
del jazmín florecido,
me ahoga;
esta espera
de algo que no llega
me cansa.
Quisiera estar lejos,
donde nadie
me conociera:
nueva
como la yerba fresca,
ligera,
sin el peso
de los días muertos
y libre
ir por caminos ignorados
hacia un cielo abierto.
de tempestad oculta
y lluvia presentida
me pesa;
este aire denso y quieto,
que ni siquiera mueve
la hoja leve
del jazmín florecido,
me ahoga;
esta espera
de algo que no llega
me cansa.
Quisiera estar lejos,
donde nadie
me conociera:
nueva
como la yerba fresca,
ligera,
sin el peso
de los días muertos
y libre
ir por caminos ignorados
hacia un cielo abierto.
Feminista, poeta, luchadora contra dictaduras latinoamericanas, desaparecida por la dictadura de Romeo Lucas García de Guatemala, su cuerpo nunca se encontró.
María Alaíde Foppa Falla nació en 1914 en Barcelona, ciudad
a la que sus padres viajaron poco tiempo después de casarse en Guatemala.
Escribió sus primeros poemas en italiano y su primer libro, “Poesías”, fue
publicado en España. A principios de la década de 1940 volvió a Guatemala,
donde se encontró con la realidad latinoamericana: “Llegué en vísperas de la
Revolución democrática de 1944; viví en pocos meses ese estado de angustia y
opresión que ahora se ha renovado y está cada vez peor. Fue la primera vez que
sentí a la gente, el miedo, la angustia, la enorme injusticia social, la
pobreza, la explotación del indio. Para mí fue impactante. Comprendí que de
alguna manera yo tenía que participar en todo aquello” (Entrevista a Carmen
Lugo, publicada en 1981, en Excélsior, México, después de su desaparición).
Conoció a Alfonso Solórzano, con quien se casó y tuvo cinco hijos. Durante los
gobiernos de Jacobo Árbenz y Juan José Arévalo, trabajaron en el
Instituto Guatemalteco de Seguridad Social. Al terminar la época
revolucionaria, se exiliaron en México, donde los visitaban escritores como
Miguel Ángel Asturias, Mario Monteforte Toledo, Luis Cardoza y Aragón, Carlos
Illescas, Otto Raúl González.
En 1975 fundó la revista fem., publicación
feminista que se editó en México hasta 2005. Condujo el Foro de la Mujer en
Radio Universidad y asistía a reuniones de la Agrupación Internacional de
Mujeres contra la Represión. En la década de 1970, tres de sus hijos se
involucraron en la guerrilla guatemalteca. En 1980 fallece Juan Pablo, el menor
de ellos, y pocas semanas después, su esposo de muerte natural. Los textos y
programas de radio de Alaíde Foppa se volvieron más críticos de la situación en
Guatemala, y se reunió en Nicaragua con los dirigentes guerrilleros de su país.
En 1980, al poco tiempo de llegar a Guatemala, fue secuestrada y
desaparecida por el gobierno del dictador Romeo Lucas García. Sus restos nunca
fueron hallados. Publicó seis libros de poesía entre los que destacan Aunque es
de noche (1959), Los dedos de mi mano (1972), Elogio de mi cuerpo (1970) y Las
palabras y el tiempo.
que bueno ha sido encontrar tan buena colección de poemas. "Ella se siente a veces" es uno de mis clasicamente favoritos, pero me he encontrado con otros, igual de buenos.
ResponderEliminarGracias Malva por tu comentario. Por los apuros de la vida no lo habíamos visto por eso te respondemos recién. Te invitamos a colaborar con textos que te hagan sentido también de mujeres, ojalá con imágenes en JPG al correo lapuntadaconhilo@gmail.com y a revisar la bloga PUNTADA CON HILO en sus otras secciones
ResponderEliminarun gran abrazo
PUNTADA