domingo, 7 de octubre de 2018

LA INVISIBLE, UN CUENTO BORDELAIN 2018


La invisible
Yo soy invisible. ¿Usted no me cree? No estoy loca. ¡Es verdad, si nadie me ve! Ni en la calle, ni en la Hospedería, ni en ninguna parte. Cuando paso por el lado de las señoras o de las niñas, o de las señoritas, cuando voy al centro a vender dulces, cuando me coloco al lado del metro o en el paseo Ahumada, nadie me ve... Yo ofrezco pa que me compren, y ahí alguna se transcurre, si no, no pasa nada. Soy como invisible... ¡Y menos los hombres po! A mí los hombres ni me miran...
¡Si yo creo que usted sabe que yo estoy acá solamente porque estoy adelante suyo, y porque llegué acá, y porque ahora hablamos…!... Y le agradezco, en serio, ni se ofenda... antes yo no podía hablar con nadie…

¿Me pregunta por él?, ¿que por qué siempre me acompaña cuando vengo? Es que es celoso. El me ve. La otra noche llegó borracho y me gritaba maraca, te andai pelando. Trató de darme un pape, pero los educadores del centro no lo dejaron y lo echaron. Y a mí me dio tanta pena que no quise levantarme al otro día. Pero llegó distinto después y me dijo que lo perdonara y yo lo perdoné. Es como si no pudiera estar sin él... Yo creo que él me quiere. Yo le digo, mira que estoy gorda, fea, no me gusto así... y él me dice: a mí me gustai así, yo te quiero así, y me hace cariño y se me pasa todo… ¿Es poco eso que él me da? ¿Usted cree? Pero nadie más me lo da...

Que yo dejé a mi hija con mi mamá para que estuviera a salvo de hombres como él, sí, y que yo no me pongo a salvo de hombres como él, sí… Pero mi mamá cuida bien a mi hija. Y algún día le voy a explicar a la Perlita que yo la dejé ahí para salvarla. ¿Usted cree que mi Perlita entienda? Yo entendí a mi mamá. Ella tenía que salir a trabajar o no comíamos. Y después se encontró marido y me dejó con mi abuela. Mi abuela me mandó al internado de las monjitas y yo fui feliz ahí, excepto que me quedaba todos los fines de semana esperando que mi mamita llegara... pero no llegaba. ¡Y no llegaba, y no llegaba, y no llegaba nunca po...! ¡Y eso duele tanto! Yo tenía una amiga imaginaria, dicen. Y esa amiga me decía que no era malo querer dormir con mi mamá. Pero las monjas decían que era malo y entonces yo no entendía... Yo como que la añoraba a mi mami... ¿Es malo querer dormir con la mamá? ¿Mi hija estará queriendo dormir conmigo ahora? Eso me atormenta...
¿Que yo soy como una niña? ¿Como la niña que la mamá nunca llegaba a verla…?... Capaz po. Mi abuela me decía: ¡Madura chiquilla de mierda, entiende que tu mamá ya no te quiere, tiene hombre!  Yo le pedí por favor a mi mamita que no le diga nada así a mi hija, ¡que no le diga que yo no la quiero!... y ella me prometió que no lo haría. ¡Usted ni se imagina como es que le digan a una que la mamá no la quiere!… ¡Ni se imagina, ni se imagina, ni se imagina…! Yo me decía, si mi mamá no me quiere es que soy mala, o muy fea, o muy gorda, o muy tonta… Y míreme po: soy gorda, fea y capaz que hasta muy tonta porque parece que anduviera buscando que me él me quiera, y eso es ser tonta porque a lo mejor, él ni me quiere... Igual mira a otras, yo lo veo... Pero es que claro, ¡yo no soy bonita tampoco como pa mirarme así!... ¡No quiero que mi hija sea así como yo de grande! ¡No quiero! Dígame, ¿qué cree usted? ¿Ella va a ser como yo?... Míreme ¿cierto que no soy invisible yo?

(victoria aldunate morales)
dibujo y texto: v.a.m.

lunes, 26 de junio de 2017

HABLAR DE IMPUREZA Y BRUTALIDAD



BRUTALIDAD E IMPUREZA[1]
Eran pastoras de cabras. Deambulantes por el altiplano. No eran dueñas de la tierra, solo de lo que llevaban encima y de sus animales. Vivían así, “en el campo no más”, sin casa. Unas brutas.

“Tenían más de trescientos animales y se mandaban ellas solas". Nunca bajaban al pueblo… Ya no se iba a poder criar cabras porque se comían el pasto. Les dijeron que tenían que inscribirse ellas e inscribir a los animales “porque o si no, los milicos se los iban a quitar"… O es que daban facilidades a los comunistas para arrancarse por ahí a la Argentina…? (Un par de días antes de que aparecieran muertas, un helicóptero del Ejército estuvo ahí)… Tienen que haber sido los milicos… (O ¿fue un suicidio?) -la gente aymara se suicidaba amarrada a piedras…-[2].

El 3 de diciembre de 1974, en el sector de La Tola, a 4.000 metros de altura, en la zona precordillerana, a 190 kilómetros al interior de Copiapó, fueron encontradas muertas. Parecían ahorcadas. Estaban como tejidas por cuerdas y nudos que las unían; amarradas a una roca inmensa. Sus perros también estaban colgados de esa manera en la misma roca. Varias de sus cabras estaban degolladas. 

Las hermanas colla Justa, Lucía y Luciana Quispe Cardozo no tenían heridas visibles. Dicen que sus ropas lucían en orden y limpias y que el lugar donde habían dormido se veía limpio sin señas de lucha.

¿Qué estaba pasando en el territorio de esas humanas, que ellas ya no querían vivir? ¿O fue que otros ya no las querían vivas?
¿Ayudaban a los comunistas? ¿Iban a ser exiliadas a las ciudades? ¿Fueron asesinadas tal como serían asesinadas sus cabras por comerse el pasto?  
…Es que andaban libres, sin maridos, ni familia, ni hijos… Eran tres humanas que no llegaban a mujeres. Analfabetas del idioma español. Brutas como animalas, como sus cabras.

¿Qué nos queda aún hoy de esas brutas que no llegaron a ser mujeres?


¿Por qué quiero hablar de esto entre lesbianas feministas?
No es que admire el suicidio. Tampoco lo condeno.
Ni lo invoco ni lo juzgo. El sentimiento íntimo de morir no puede ser juzgado. No acepto que lo que deseo íntimamente, sea sometido a una especie de Control y Cuadros, ni del feminismo ni del partido, ni de nadie.

No siempre practico, expreso o actúo lo que siento íntimamente porque vivo en comunidades que me contienen y a las que contengo desde una búsqueda ética que limita con el dolor de las demás y lo demás. (Y es que puedo ser dañina y mis sentimientos íntimos pueden ser violentos y agresivos).
No quiero hacer (me) trampas sublimando impulsos que son, en realidad, recursos individualistas ante mis frustraciones. El individualismo es liberal, no liberación. Por eso tampoco quiero ceder a  construirme de lucimientos virtuales; intento alejar de mí la adrenalina de ese consumo, de esa soberbia, del narcisismo funcional que no me deja sentirme como soy, descarnada (tal cual…) y me maquilla de hedonismos.
Y sé también que se me pierde la búsqueda ética… Cuando la recupero, me hago responsable.

Hablo de esto para denunciar a la civilización, el orden, la patria y los capitales que la sostienen, que someten a las seres a lenguajes dominantes y a la asociación colonial entre anatomía y género para inferiorizarnos y subordinarnos.
Este orden nos saca de nosotras buscando que no nos sintamos; que debamos justificar nuestra existencia con instantáneas virtuales (o lo que sea).

Hablo de estas “brutas” -llamadas así por Juan Radrigán[3]- un pedazo de mi historia, para denunciar a la dictadura que se fijó en el cuerpo de nosotras, que nos ha violado y penetrado desde este territorio blanqueado y racista.
Hablo de las brutas e impuras para no olvidar ni borrar esa época de mierda en que gobernara un ser asqueroso que se chupó el kimün, el pellü y el piwke del territorio.

Quiero saber cuánto podemos recuperar y reparar -a estas alturas- de la muerte de nuestra animalidad honesta, leales a nosotras, amorosas con las que parimos y criamos, con nuestras iguales.

No hablo de un amorentremujeres que va por el carril de la seducción masculinizada y la misoginia lésbica que revisa Adrienne Rich.
Tampoco de “sororidades” que sólo se llevan cual moda, intra-clase, intra-raza, intra-partido… Para eso (ya que no sabemos cómo -ya que no sé cómo-), prefiero el antiguo respeto. No me ames, pero respétame.
Respeta que todo ser nacido necesita y merece un espacio en el mundo. Un espacio afectivo y contenedor de su emocionar, sentir y pensar. Respeta lo que me duele, mi dolor es mío y afecta también a toda la comunidad.

Quiero denunciar al Género y al consumo del Género.
Quiero escupirle a la modernidad y al macho infiltrado en nosotras. No me gusta la filosofía de “dura y mala” como hombre. No me avergüenzo de ser víctima (también) porque no es lo único que soy.
Quiero vomitar, expulsar de mí todos los consumos que me matan sin querer morir (simplemente queriendo vivir y que duela menos).

Quiero proponer hablar de identidad y de la ideación de “esencias” y “purezas”.
Que reflexionemos juntas.
  
Primero desde lo íntimo: la metodología feminista más ética que conozco:
No soy pura de nada, ni de mestiza, ni de territorio, ni de lesbiana ni de feminista, ni de clase, género o raza. Ni de todas las ideas y sentimientos coloniales que pesan en mí.

De la mina feminista transito a ser la vieja invisible. Que aparece solamente cuando es “de mierda”: “Vieja de mierda”.
Hablo de violencia moral contra las mujeres mayores, como le han llamado varias feministas.
Y es que dejamos de menstruar y ya pasamos a ser invisibles, innecesarias, indeseables. Volvemos a ser las brutas, las bestias que fuimos antes de ser mujeres. Porque la colonialidad nos creó mujeres para tomarnos por esposas para el trabajo y la saciedad: Indignas de cualquier respeto o afecto ético.
Y muchas mujeres –también feministas- cuando hablan de “mujeres”, tampoco nos ven y nos tratan como a “viejas respetables”, pero lejanas, en otro lugar (viejas que envidian, desprecian o directamente odian y burlan -¿tanto como a veces han odiado a sus madres…?-).

Por otro lado, parece que lesbianas y mujeres cuando dejamos a los hombres y ya no menstruamos, nos sentimos liberadas.
-O yo me sentí así-.
Una mujer, en un pueblo lejano de Bolivia, Yacuiba, me dijo un día tomándonos un vino que estaba contenta porque su marido “ya no la molestaba”; que así era después de los 50. Ella se sentía liberada. Era más bien una bruta, ya no se sentía mujer deseable para el hombre, y le gustaba (ya no le dolía).
Pero estamos en territorios “conquistados” y quiero problematizar eso:
Creo que ni ella ni yo estamos “liberadas”.

Así, como las humanas no se liberaron realmente cuando hicieron desaparecer el estro de nuestra biología –porque la biología es una construcción histórica-; tampoco nosotras, las mujeres. Ni las que dicen que no son mujeres, ni las que actúan no serlo. Creo que ninguna es libre, que sólo hemos estado escapando: Del matrimonio, de la familia, de la maternidad. De ser un recurso social. (Y como no escapar, si duele y es tan indigno.
Tal vez lo que más duela sea la indignidad de haber sido convertidas en esto. El ego pasa en el suelo (y no soy de las terapeutas lesbofeministas que creen que al ego hay que destrozarlo ya que muchas veces nos soporta en medio de la confusión -cuando les digan: qué “¡gran ego!”, no lo tomen como una ofensa. Yo ya dejé de avergonzarme-).

Entonces, creo que hemos estado escapando y hay cosas que no terminamos de sanar. Aunque seamos lesbianas, tantas veces lo único que queremos y quieren nuestras compañeras es un nuevo matrimonio; que seas su esposa, su psicóloga, la madre de sus hijos, incluso, su secretaria, su escritora de libros (las compañeras más intelectuales…).
Yo no llego a intelectual, ni logro ser secretaria, menos esposa y muchas veces he sido y soy una pésima madre. No llego a poeta y jamás a las artistas feministas les ha parecido que yo haga “arte”. (Yo ni sé lo que hago, pero a menudo me construyo escritora).

Tampoco soy una torta pura. Parezco mujer, no me rapo, me pinto el pelo, los ojos, los labios. Y no voy a explicarlo como nunca explico a nadie por qué no me depilo.
Puedo ser tonta, envidiosa, loca, violenta, celosa. Limítrofe. Deseo que me amen y dependo de aquello, no se graduarlo. “Tramitarlo”, dicen las psicólogas. No es un crimen que a una la quieran como familia, esposa o lo que sea, ni que una desee ser amada. Puede ser un problema, eso sí… No juzgo la búsqueda de amor…  El problema es cómo creemos que es ese mentado “amor”. Y es que las creencias son ideas, no vivencias (no la vida).

Parece que no tenemos idea de “amar”. Y así es como también –a menudo- me suena a vacío y a consigna de superficies lo del “amor entre mujeres”. He sentido el odio, la envidia, la misoginia, he vivido solapamientos para dañar; el desamor entre mujeres… Me he sentido aliviada al vivenciarlo en una comunidad de gente que hace rato dejó de ser amada porque ahí me explico el desamor entre mujeres, pero entre feministas… casi me morí de rabia… Eso ya lo saben.

Paso a lo comunario que es personal y político
Descubro el Feminismo como la restauración de la memoria y el sentido ancestral de haber sido seres libres. La memoria corporal actúa sin que la sepamos racionalmente. Cada acto feminista es recuperación del sentido de la dignidad libertaria.
El Lesbofeminismo me coloca en un lugar digno, de búsqueda colectiva de sentido político. Y el Lesbofeminismo antirracista me devuelve la ética de oponerme a la colonialidad del poder que nos destruye.
Asumo así que soy parte de una clase -las humanas racializadas-, parte de un pueblo devastado por el colonizador. En el cuerpo el odio de las violaciones y la explotación sexual de los dominadores. Violencia colonial inoculada también en nuestros hermanos para los que terminamos siendo, también, impuras, brutas, incivilizadas.

También nos incito a hablar “desde el sur”  y desde el antirracismo lesbiano feminista de Colonialidad del Poder, no “afuera”, sino entre nosotras.

Propongo hablar por ejemplo del Lenguaje dominante (y como le compramos)
La “idea” de la vida no es necesariamente la vida. El lenguaje no basta para entregar la plenitud de la vivencia. La experiencia concreta y material es más amplia y profunda que los símbolos e ideas sobre algo.
Percibo que el lenguaje no “crea la realidad”, la dibuja.
Las seres humanas creamos lenguaje desde nuestras vivencias y procesos de conciencia corporal.

El lenguaje -es cierto- puede revelar lo ya vivido por milenios y que no ha sido nombrado. Eso nos atrae. Es lo que nos pasa a las mujeres cuando habiendo tenido experiencias intensas logramos nombrarlas. Nos alegra, e incluso, muchas veces, nos completa y nos contiene.
Pero la “Violencia Contra las Mujeres”, el “Feminicidio”, la “Generización”, el “Acoso Sexual”, ya existían antes de que les nombráramos. Y el Feminismo no siempre se nombra como tal, pero existe. Todas hemos vivenciado el disgusto de las opresiones, todas hemos actuado resistiéndolas –de diversas maneras, también de maneras autodestructivas-. Muchas nos hemos organizado para rebelarnos.
La memoria emotiva del enfrentamiento de la violencia es latente y muchas veces ni se nombra.

Creo que Mujer es una humana generizada y racializada, producto de la violación concreta y simbólica, de la explotación sexual colonial.
El género es un simulacro relacional y encierra relaciones –aparentemente- equivalentes. Como Clase y Raza es Dominación. Y las definiciones: “Violencia de Género” y “Discriminación” son lenguaje. En mi opinión, lenguaje liberal para encubrir la Dominación.

Hay admiraciones tan liberales entre nosotras... Pienso que las feministas podríamos bajarle el perfil a la importancia que le damos a los discursos. Especialmente teniendo en cuenta que hay millones de mujeres, gentes y seres en el mundo que no hablan ni escriben ni comprenden los lenguajes dominantes, y tienen otros legítimos.
Digo podríamos, porque tal vez, si lo hacemos tendremos la oportunidad de ver qué hay más allá de toda esa chimuchina, y encontrarnos genuinas.

Esta admiración –en mi opinión colonizada, criolla- de feministas e intelectuales por los discursos, especialmente por los performáticos, explosivos y ultrarradicales es muy liberal, ya que se queda con lo visual, externo, declarativo[4].

Propongo sincerarnos sobre el consumo de sustancias como un problema entre nosotras
Sé que proponer esto es andar por caminos espinudos. Es problematizar  cuestiones que el liberalismo maquilla de liberación.
Interpreto que escapando siempre de la caza de brujas que conocemos y luce puritana, no advertimos la quema de indias (aniquiladora) silenciosa que ya no es puritana, si no gratificante y complaciente (autocomplaciente). Y podemos llegar a imaginarla como una búsqueda feminista “del placer”.
Hablemos de ello: qué placer, para qué, cómo… 

Afirmo que este es otro fenómeno político traído a este territorio como una industria idiotizante y asesina de empobrecidas. Lo he visto como dolor disfrazado de “liberación” y quiero denunciarlo…
Es una larga discusión, lo sé y sé que voy a tocar sensibilidades heridas y vueltas a herir. Pero lo vomito desde la intoxicación que me produce, y que creo que produce a tantas, silenciarlo[5].  

Propongo hablar del miedo racional a lo que llaman “victimizarnos”…
Quiero subrayar que la admiración por lo racional -en la mirada binaria- es subestimación de las expresiones del sentir orgánico, haciendo predominar “lo analítico”.

Un ejemplo: “Mujer No Llores, Habla”, que fue una consigna clasista y racista que utilizó el generismo en Nuestramerica en los años 90 –y desde los 80-. Una consigna que rechazaba lo orgánico en nosotras y, prepotente, exigía que nos expresáramos en los lenguaje dominantes. Para mí, fue el mandato de unas patronas, de unas señoritas educadas, de unas madres dominantes...
Negar las expresiones del sentir es –dominadoramente- vanidoso.
Hay un miedo feminista enorme a sentir. “Victimizarnos” como una vergüenza, es un fantasma que ronda nuestras organizaciones. Pareciera que la recuperación de la dignidad libertaria, para nosotras, pasara a menudo por la comprensión bastante estática de que habría que obviar –invisibilizar- la dimensión de la victimización para mostrarnos activamente “rebeldes”, y actuando desconectadas de la vivencia del dolor. (La ironía constante tiene harto que ver con ese miedo a ser las despreciables víctimas).
Esto es bastante parecido a como he visto actuar a los hombres ante el dolor de la victimización: desconectados de su emocionalidad, duros y malos, y además con gran indiferencia desde la certeza de ser legítimos por ser lo que son: masculinos - incluso si son pobres, indios, negros, homosexuales…-. En nosotras, feministas, esto también aparece –percibo- en la idea de una legitimidad que nos daría el estar “tan liberadas” que no nos pasa “eso” (es decir, ya no seríamos víctimas).

En mi parecer político, es una comprensión vacía de proceso, estática que no mira el devenir de la violencia como un proceso en que “víctima” no es un espacio estanco. Víctima de violencia patriarcal es un lugar de la biografía, de la memoria histórica y material de las mujeres (es “género”). Y parecido a como nos sucede en el círculo de la violencia cotidiana y particular, en el mundo público muchas mujeres se creen que tienen superada la violencia y la condición femenina… (Las primeras, veo que son las activistas de cualquier movimiento, incluido el feminista).

Propongo cuestionar la Modernidad - Colonialidad del Poder, revelando y desarrollando la interpretación feminista materialista
Propongo desarmar la Modernidad civilizada, justamente cuando ésta se muestra y se cree triunfante.
La Conquista, ya sabemos es un término masculino y el Lesbofeminismo sería una práctica política descolonizadora de raíz: Quiere destruir la Dominación racializada-generizada, universalizadora. Develar la Supremacía Masculina y masculinizada en cualquier territorio. Desarma la modernidad que actúa a través de la construcción de falsas oposiciones binarias que controlan la manera de pensar. Ejemplo: Si no es bueno es malo, si no es hombre es mujer… Y esto no es pura teoría porque las vivencias - todas sabemos porque lo sentimos- no son así, no actúan ni funcionan binarias, si no con múltiples matices y recovecos.

La Modernidad es la que nos ha convencido de que “Pre-historia”, como le llama, es “No-Historia”. Algo “anterior”, “de salvajes”, “incompleto”... Las brutas entonces serían una “etapa anterior”, incivilizadas y “primitivas”. Ignorantes. Y hasta la vejez -cuando ya dejamos de ser mujeres para los hombres y pasamos a ser más improductivas para los demás patrones- podría ser una “etapa (social) anterior” e indeseable. De hecho la chica moderna, vestida a la usanza nueva, le dirá a su madre y a su abuela que no entienden y no saben, e imaginará que su nueva perfomance de apariencia la hace “moderna”, “informada”, algo así como dueña de una verdad[6], que las viejas ignorarían.  

Hablo de Colonialidad del Poder, que es lo que las elites de cada pueblo reproducen para que los “conquistadores” ya no necesiten intervenir. Los y las criollas educadas hacen cumplir la Dominación controlando:

v    El acceso sexual
v    El acceso al producto del trabajo
v    El acceso a la autoridad colectiva
v    El acceso a la producción del conocimiento[7]

También separando categorías como género, clase y raza.
La feminista María Lugones las reunifica y habla de la Interseccionalidad, que desde mi comprensión terapéutica de procesos entiendo como una configuración de todo sucediendo en nuestros cuerpos, territorios y comunidades.

Lugones también devela que la Categorización es un proceso binario, dicotómico y jerárquico. Que las Categorías entendidas como homogéneas seleccionan al dominante en el grupo, como la norma: “Mujer” selecciona a las mujeres –damas- burguesas blancas heterosexuales. “Negro” selecciona a hombres heterosexuales negros. “… En la intersección entre “mujer” y “negro” aparece una ausencia: la mujer negra. El término “mujer” sin especificación tiene un sentido racista[8].
La lógica categorial de Mujer, históricamente ha seleccionado solamente al grupo dominante: las mujeres burguesas blancas heterosexuales. Ha escondido a las brutas e impuras, para las cuales el abuso, la falta de respeto, la burla, el maltrato, el daño, está bien y es normal. No obstante lo que hagamos y cuánto nos blaquiemos, la violencia opera con nosotras desde la indiferencia pragmática, no discursiva. Los discursos “de género” aguantan mucho, pero en realidad, somos descartadas para el respeto, la belleza, la fragilidad. Y mientras más viejas peor. No hay compasión: no se padece con nosotras.
Antes pensaba que no había compasión para las mujeres en general, pero con los años, vivencias y relecturas de Kant[9] y Rosseau[10], comprendí que se trata especialmente de las brutas, léase: negras, indias, mestizas, pobres, putas, viejas, mariconas…-.  El objetivo del daño normalizado como vida de las mujeres, son las incivilizadas que ellos colonizaron y urbanizaron, que ellos transformaron en mujeres (incluso más allá de los territorios).

Se nos generizó, racializó, heterosexualizó y categorizó como un hecho concreto material para la reproducción sin límites, producción social y fuerza de trabajo. A esto las feministas materialistas le llaman “Modo de Producción Doméstico”.
Hablo de la invención de las mujeres, como dice Oyéronké Oyewumi, feminista nigeriana. Hablando de las mujeres en África, ella explica que uno de los primeros logros del Estado colonial fue la creación de las ”mujeres” como categoría[11].

Para esto es el “Sexaje” o Sexo Social que definen las lesbianas feministas materialistas. Sexaje como inferiorización cognitiva, política y económica. Basado en el uso del Dimorfismo Sexual, y para la Apropiación. Esto es un elemento estructural para conseguir la Racialización-Generización de las hembras humanas: No cualquier dimorfismo sexual, si no el que involucra un útero, vagina y pechos. Un dimorfismo sexual que legitimaría la Dominación en la interpretación colonial, una interpretación guiada por el objetivo central de la “Conquista”: la acumulación[12].

Propongo desenmascarar el género como un imbunche[13]
(Una producción, un invento). Una manera de operar y de autorregularse del, y en el sistema patriarcal que penetra en la intimidad y afecta-marca tonos emocionales[14] en nosotras.
Dejar al descubierto la insuficiencia analítica y orgánica a la vez, del “enfoque de género”: Mucha investigación de la reproducción del sistema; poca investigación de sus cambios o cómo podrían cambiar los sexos, sus complejidades, la historia ancestral de comunidades y la multiplicidad de géneros en ellas.

Creo que Raza-Clase-Género, la Interseccionalidad (Lugones), son construcción social, no “Naturaleza”. Los elementos que constituyen el modelo capitalista de poder eurocentrado y global no están separados el uno del otro y ninguno de ellos pre-existe a los procesos que constituyen el patrón de poder.

Desde ahí, hablar de Biología, hormonas, cromosomas.
Los pueblos totémicos piensan que esto importa –deduzco- porque creen que importa  mucho el linaje y la naturaleza, ya que es lo que persiste, en cambio, las creaciones y productos culturales son perecederos, mutan, cambian y hasta pueden desaparecer.

Preguntemos-nos:
·                    ¿Importan los cromosomas y que haya 7 tipos de fetos, según los cromosomas[15]?

·                    ¿Importa interpretar que somos un circuito vital: Hormonas Resultado de imagen para flechita  aparienciaResultado de imagen para flechita comportamiento Resultado de imagen para flechita apariencia (volumen de un cuerpo que marca estilo de movimiento y sentidos) Resultado de imagen para flechita y hormonas de nuevoResultado de imagen para flechita…?

El Cuerpo no es un depósito o conjunto de órganos y músculos; ni el cerebro el patriarca “controlador”. El cuerpo es un sistema. Somos una comunidad de células, con sus propias interconexiones y conexiones al -y en el- medio. Somos sistemas con su propia química, que se diferencian y no se diferencian del medio porque son parte de él. El medio también somos nosotras (ni adentro ni afuera).

Propongo hablar de Antiespecismo
·        ¿Para qué se separa a animales de seres humanos?
·        ¿Para qué el antideterminismo biológico?
·        ¿Para qué se resalta la construcción social que nos ha separado del resto de las animalas?

·        ¿Las Humanas no somos animalas?
·        ¿Asumimos colonialmente las especies animales no humanas como nuevas categorías abarcadoras?

Todo animal es biológico y también el comportamiento. La interpretación de que en Seres Humanos sólo la fisiología sería Biología, es reducirnos. La separación de la Biología de lo Social también es categorial y binario.

El Feminismo Occidental acepta que hormonas, ovarios, producen cambios en el revestimiento del útero, pero no acepta que las hormonas podrían producir cambios en el comportamiento.
Lo plantea Lynda Birke, feminista, lesbiana, inglesa, animalista, científica: “Las hormonas afectan el sistema social”. “Los animales no somos seres rígidos impulsados sólo por necesidades fisiológicas”. (En mi comprensión, imaginarnos como seres rígidos impulsados sólo por necesidades fisiológicas, sí que sería el determinismo biológico que tanto temen las feministas que teorizan). “El Desarrollo animal es fluido, basado en la experiencia”, “no somos organismos rígidos impulsados por el cerebro e insensibles a lo que nos rodea”[16]. (Es que estamos vivenciando y cambiando, flexibilizando, sintiendo, percibiendo, procesando… y no hay fórmulas de “resultados” en comportamientos y vivencias).

Estar alineadas con la naturaleza le parece a la objetividad occidentalizada, sinónimo de disminuidas y de pérdida de voluntad. Una interpretación consistente y coherente con el paradigma jerárquico y binario de división mente/cuerpo. Una interpretación –en mi comprensión- ligada a la ideación de que el cerebro controla al resto del cuerpo. Pero el cerebro se moldea, se desarrolla por la experiencia histórica y cada órgano, comenzando por la piel, informa y modifica al cerebro, se procesan sus sinapsis y afectaciones.

No hay un cuerpo humano, hay una historia del cuerpo humano. La
sexualidad es una experiencia histórica. Y así lo muestra la desaparición del estro. Hipótesis que desarrolla Paola Tabet[17], feminista materialista, en base a lo que investigan científicas[18].

El estro o celo son señales visibles de la hembra lista para copular y reproducir la especie. Para Paola Tabet esto es que la hembra humana homínida hace desaparecer el estro como una reacción de autonomía y comienza a manejar su estro: el macho no se entera de su fase, entonces no puede controlarla. 

Paola Tabet explica cómo el intercambio sexual-económico se convierte en la forma constante de las relaciones de género y de la estructura de la sexualidad femenina.

Propongo que hablemos de la Sexualidad de las mujeres como:
·                    Especialización
·                    Exclusión
·                    Obligación
·                    Prohibición
·                    Segregación

Hablemos de sexualidad entonces como una experiencia de Dominación de un Cuerpo Fetiche, fragmentado, de reproducción alienada en Maternidad.
(Se tejen símbolos en el cuerpo, no fuera ni aparte de él).

Develemos lo que dice Colette Guiallaumin, feminista materialista que hace el paralelo entre esclavos y mujeres; y Monique Wittig, lesbiana feminista materialista que postula y explica que las Lesbianas huyen del amo. Que el Lesbianismo no es una práctica privada ligada al deseo sexual individual, sino decisión política colectiva que permite salir de las relaciones de apropiación. También Nicole Claude Matthieu que cuestiona la Naturalización a-histórica del Sexo y la Sexualidad; porque el sexo es social. Un proceso dinámico social: ser interpretada por otros Resultado de imagen para flechita autointerpretarse Resultado de imagen para flechita ser interpretada nuevamente Resultado de imagen para flechita reinterpretarse…

La Lesbiana  escapa de la Reproducción – Producción y del Heteroerotismo.
Heteroerotismo como adoración de los hombres y lo masculino, como dependencia vital de su amor, como sujeción a sus privilegios, como experiencia material productiva, reproductiva y energética.
La Lesbiana escapa de la Heteronormatividad – Heterosexualidad Obligatoria y del Matrimonio – Familia: Una estructura “incuestionable” en el patriarcado, donde sí es cuestionable la ausencia de matrimonio y familia. Y donde la convivencia Madre-Hija, Hermana-Hermana, Amiga-Amiga, Mujer-Mujer, no son relaciones legítimas, y hasta se las ve como “enfermas”, “inconvenientes”, o simplemente prefiere no vérselas. Son “inexistentes” para el discurso social y cultural. Un discurso que asume que lo no dicho, no existe… y sólo existe cuando lo no dicho -que igualmente existe- se muestra perturbador de las normas establecidas. Como por ejemplo dos mujeres, una vestida de mapuche,  dándose un beso públicamente[19].

Preguntemos –nos: Lesbiana” en nuestras vivencias…

·        …¿Se construye realmente fuera del poder de los hombres y de la masculinidad?

·        ¿Se construye fuera de la legitimidad familiar matrimonial?

·        ¿Se construye fuera del poder postmoderno liberal?

Creo que no podemos ignorar la misoginia lésbica que Adrienne Rich reveló. Pero si hubo impulso ético, podemos rescatarlo sin mentiras ni autoengaños vanidosos, intelectualizados, que creen siempre -como el colonizador- que saben –y entienden- lo que ven.

Para mí es importante por ejemplo, reconocer que hay lesbianas que pueden no querer nombrarse con el nombre de una isla de Europa –Lesbos-. O que nos hemos blanqueado, desclasado, y el arribismo ha hecho estragos, a punta de la ilusión de “movilidad social” a través de universidades y academias.

Propongo debatir sobre Identidad[20]
La vivo como…
·                    Relación con la memoria
·                    Relación con el cuerpo
·                    Relación con el Territorio

La entiendo a menudo como…
·                    Una historia dicotómica de Colonialidad/Resistencia - Opresión/Rebeldía – Esclavitud /Autoliberación.

Afirmo que también puede alienar, sobreideologizar, producir esencialismos,  etnocentrismos, generalidades, universalizar.
Puede producir estereotipos exóticos, folclóricos. (La “admiración” por una “raza” o identidad puede ser un juego muy racista).

La percibo alienada…
·                    Cuando niegas los privilegios y la dominación masculina en tu identidad.
·                    Cuando no alcanzas a ver el cuerpo como territorio.
·                    Cuando haces alianza con mujeres por ser mujeres y no ves clase, raza y privilegios.
·                    Cuando crees tener la verdad para el mundo.

Propongo que:
·        No es fija, inamovible ni estática
·        No traduce todo lo que soy
·        Es Fluctuante: se transforma de acuerdo a procesos históricos individuales y colectivos
·        No es inherente

Preguntemos-nos
¿Una Estrategia de sobrevivencia política?
¿Con límites?
¿Podemos imaginarla definitoria…?

Sugiero debatir Propuestas
Leyendo a muchas feministas, entre ellas, Adrienne Rich, Audré Lorde, Louise Michel, Flora Tristán, Carmela Jeria Gómez, Belén de Zárraga, Emma Goldmann, Rosa Luxemburgo, Hanna Arendt, Silvia Federicci y otras; también conversando con mujeres desconocidas, escuchando relatos de vivencias de mujeres que viven violencia, que problematizan sus consumos, y viviendo, reflexiono estos –sólo- enunciados: 

·                    Recuperación – devolución de la Reproducción a las Mujeres
·                    Reproducción que permita el apego, centrada en el Apego
·                    Reproducción, pero no para reproducir Capital, NO para la Acumulación
·                    Nueva relación social del Trabajo
·                    Reorganización Social del Trabajo, del Tiempo, del Territorio
·                    Devolución del Cuerpo y la Autonomía comunaria a todos los seres
·                    Reunificación del Valor de Uso y Valor de Cambio, de la Producción y el Consumo
·                    Reinvento y recuperación de las Tecnologías (Limpiar el Planeta)
·                    Creación de Movimientos Autorreproductivos, de formas Cooperativas de Producción.
·                    Retomar la Experiencia Vivenciada del Cuerpo comunario como una Fuerza Política.

victoria aldunate morales, lesbiana feminista, escritora, terapeuta
Temuco- Santiago, mayo-junio 2017



[1] En base a este escrito expuse en  la mesa “Incitaciones Lesbofeministas desde el sur” en el FÜTXA Nütxamkawün “Memoria, mujeres, creación y territorio” el 6 de mayo de 2017 en Temuco, Wallmapu.
[2] Artículo: “Una incógnita que ya es leyenda: La terrible muerte de las hermanas Quispe”, 29 de septiembre de 2014, Mario López Moya, Cambio 21. http://www.cambio21.cl/cambio21/site/artic/20140926/pags/20140926203913.html


[3] El dramaturgo que sin instrucción académica en la dictadura reveló el dolor de todos los seres ante el odio misógino, clasista, racista de la Dere$ha $hilena representada en el maldito que nos gobernaba. El escribió la obra de teatro “Las Brutas” basado en las hermanas colla.
[4] Cuando yo era chica los populáricos –a decir de Violeta Parra- llamaban a esto Esnob. Hace poco descubrí que quiere decir “sin nobleza”, del latín “sine nobilitate”; en realidad las viejas y viejos revolucionarios de mi infancia pretendían ironizar con quienes imitaban maneras y opiniones de los enriquecidos sin profundizarlo, en lenguaje poblacional estaban diciéndoles: arribistas y desclasados.
[6] En el movimiento lo mismo. Oí claramente a inicios de los 2000, a quienes se autonombraron “feministas jóvenes” hablar de recambio del feminismo señalándonos a las que aún no éramos tan viejas por edad, pero “antiguas” por resistirnos a la ideología del género, al feminismo liberal y hablar de revolución. 

[7] Dicho a mi manera desde lo que dice Walter Mignolo en “La idea de América Latina. La herida colonial y la opción decolonial”. Ed. Gedisa. Barcelona 2005. Aníbal Quijano, 2000. Aníbal Quijano Obregón sociólogo y político peruano. Nacido en Yanama, provincia de Yungay. Director de la Cátedra América Latina y la Colonialidad del Poder en la Universidad Ricardo Palma, Lima; profesor de la Universidad de Binghamton, Nueva York.


[8] LUGONES, MARÍA, COLONIALIDAD Y GÉNERO. MARÍA LUGONES. Binghamtom  University, USA. Junio 2008. Bogotá, Colombia, Tabula Rasa, Núm. 9, julio-diciembre, 2008, pp. 73-101. Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca. Y GÉNERO Y DESCOLONIALIDAD (compilado por Walter Mignolo) Isabel Jiménez-Lucena, María Lugones, Walter Mignolo, Madina Tlostanova, COLECCIÓN El desprendimiento Globalization and the Humanities Project (Duke University). Ediciones del Signo,  Ciudad Autónoma de Buenos Aires 2014.
[9] Immanuel Kant explica -en mi entendimiento- mi afirmación en “Observaciones acerca del Sentimiento de Lo Bello y de Lo Sublime”. Alianza Editorial, 2008.

[10] Jean Jacques Rosseau, revela abusos sexuales y maltratos sexuales a mujeres de manera normalizada y autocomplaciente, especialmente hablando de “su” mujer, “prostitutas” y otras mujeres pobres a las que desprecia por mujeres y pobres desde su arribismo machista. (Ver:    Rosseau, Jean Jacques, “Las Confesiones”. Ed. philosophia ARCIS 2008.

[11] Nombrada por LUGONES, MARÍA, en COLONIALIDAD Y GÉNERO (ídem).
[12] Afirmo que la “europeización” tiene objetivos económicos. No es solamente la gloria y el poder. El historiador español contemporáneo Guillermo Céspedes del Castillo, creador de manuales de Historia para Europa lo expresa claramente: “La presencia española no puede ni debe desligarse de lo que fue el largo e históricamente esencial proceso de europeización del Nuevo Mundo. Los españoles contribuyeron a él con la creación del primer imperio colonial moderno, tarea que ellos presiden, pero en la que colaboran las poblaciones nativas y otras gentes de Europa y África occidentales”“Hechos tales como  la dispersión de la flora y fauna europeas en el Nuevo Mundo y la de éste por el Viejo, la explotación de minas de plata de insospechada riqueza, la producción en gran escala de monocultivos tropicales en América para su exportación a Europa van a producir hondos cambios en la economía mundial” (CÉSPEDES DEL CASTILLO, GUILLERMO. “Historia de España, dirigida por Manuel Tuñón de Lara. VI América Hispánica (1492 – 1898). Ed. Labor, Madrid 1985.

[13] O invunche, del mapudungun ifünche = persona deforme. Que es un ser de la mitología chilota (y mapuche) que sabemos se forma a punta de tortura y malos a tratos a un niño sano.  

[14] La idea del tono de atención en la filosofía del mundo de la vida (especialmente de Alfred Schutz y Thomas Luckmann), la reinterpreto como tono emocional, es decir el tinte íntimo en el sentir que cada ser va configurando en su especificidad de afectaciones con el mundo: un sentir propio y complejo que afecta a su vez a los demás seres que habitan el medio del que todas somos parte.

[15] Revisar: DE JUAN HERRERO, JOAQUÍN Y PÉREZ CAÑAVERAS, ROSA Mª, “SEXO, GÉNERO Y BIOLOGÍA”, Universidad de Alicante, Feminismo/s, 10, diciembre 2007, pp. 163-185, RUA, Repositorio Institucional de la Universidad de Alicante
[16] Lynda Birke. Exploring the Boundaries: Feminism, Animals, and Science. En Animals & Women. Feminist Theoretical Explorations, Duke University, Press 1995. 2006 Traducción al español: Ana María Aboglio.
[17] PAOLA TABET Trabaja principalmente en las relaciones de género y el Racismo; su trabajo en la división sexual del trabajo, la reproducción y la sexualidad han dado lugar a la publicación de varios artículos y libros. “Intercambio sexual-económico”, concepto formalizado por Paola Tabet, permite el estudio de la sexualidad de la mujeres en un sistema patriarcal: "En un contexto de dominación de los hombres sobre las mujeres, las relaciones de género no son una sexualidad recíproca.  Otro tipo de intercambio: una compensación contra un pago de beneficios. Valor económico: prestigio, estatus social, el nombre. Critica el concepto de Prostitución como una definición universal.

[18] Sara Blaffer: investiga primates políginos. Excepto periodo ESTRO hembras y machos son independientes. En ESTRO copula con varios machos Copula, dominantes o no, 30 a 50 veces para proteger el producto, a la cría del infanticidio de los machos dominantes.

[19] Foto de Ximena Riffo hecha el 10 de octubre de 2016 en marcha antirracista en Santiago de chile, en la que salimos Paola Melita y yo dándonos un beso. Esta foto ha valido decenas de comentarios de todo tipo en Facebook personales y páginas feministas. Ha sido una imagen que más allá de las fotografiadas y la fotógrafa, las tres lesbianas feministas, ha conmocionado, perturbado, molestado y gustado a diversos enfoques, discursos y miradas político-ideológicas Da la impresión que sólo cuando una imagen antiheteronormativa perturba, entonces aparece. (foto: Ximena Riffo).

[20] Ver: “Hacia la construcción de un feminismo descolonizado”. Ochy Curiel. A propósito de la realización del Encuentro Feminista Autónomo: Haciendo Comunidad en la Casa de las Diferencias, 2009.